Protesta contra la censura

Por M

Anteayer, apenas bajándome del avión, me encuentro con que WordPress (en inglés) tiene todas sus entradas ¡¡¡censuradas!!! ¡¿Qué es esto?! Me pongo a investigar y encuentro que precisamente ese día hay una inmensa protesta en Internet por aquello de dos posibles leyes, llamadas PIPA y SOPA (sic) que podrían implicar algo parecido a la Policía del Pensamiento orwelliana.

Sin embargo, con mi habitual escepticismo respecto a estas cosas, no quedé plenamente convencida y aún no lo estoy, sólo un 85%. Pero ya que no tenía más tiempo para la investigación decidí esta vez confiar, sin más, en las opiniones de WordPress y de mi amigo R que la ratificó, sumar este blog a la protesta y publicar esta entrada que sólo pretende interesarte en el asunto. Lo de informarte a cabalidad necesitas hacerlo por ti mismo/a, así que aquí simplemente te traduzco un resumen del artículo de Jane Wells en el blog de WordPress y te adjunto un video que me pareció aceptable.


La esencia de todo el bullicio en línea sobre la propuesta de legislación de Estados Unidos (SOPA / PIPA) es la siguiente: hay un proyecto de ley en el Senado de EE.UU. que si se aprueba pondría en grave riesgo la libertad de publicación en Internet y podría cerrar sitios enteros por el capricho de ciertas compañías.

El 18 de enero de 2012 sitios por todo Internet se sumaron a un apagón de protesta para movilizar a más y más personas en contra de este proyecto de ley que irá al Senado la próxima semana, en un intento para que los legisladores sepan cuánta oposición existe. WordPress, Wikipedia, Flickr y muchos otros grandes sitios participaron en el apagón del 18.

En WordPress.com, queremos participar también. La sección Post más Vistos estuvo apagada durante la protesta.

Más importante aún, estamos haciendo lo posible para que tú puedas participar en la protesta. Hay dos opciones: una de una cinta que dice «Stop Censorship» (Alto a la Censura) y una de apagón total. La parte de apagón estuvo en vigor el 18 de enero, mientras que la cinta se mostrará hasta el día 24. He aquí cómo participar:

  • Ve a Ajustes → Protest SOPA/PIPA en tu Escritorio.
  • Selecciona si deseas mostrar una cinta.
  • Haz clic en «Guardar cambios» para activar tu protesta.

¡Eso es todo!

La cinta Stop Censorship se mostrará en la esquina superior de tu blog con un enlace a americancensorship.org. Puedes mostrarla hasta el 24 de enero (la fecha de votación en el Senado de EE.UU.).

Espero que un número significativo de usuarios de WordPress.com se sumen a esta protesta. La libertad de publicación es un derecho que debemos proteger.

No escuches, mira

Hace 100 años, en el apogeo de la Segunda Revolución Industrial, a nadie en su sano juicio se le habría ocurrido que la sustitución del vapor por el petróleo podría ser un remedio peor que la enfermedad. Y sin embargo lo fue. No sólo desde el punto de vista ecológico, sino político y económico. Un siglo y medio de uso del petróleo como fuente principal de energía en todo el planeta ya es más que suficiente. Hemos llegado a un punto en que necesitamos cambiar de idea sobre la energía, si es que esperamos sobrevivir como especie. Más temprano que tarde, altos funcionarios en cada país deberán tomar la decisión crucial.

En el estacionamiento de un pequeño hotel en las afueras de una ciudad dos amantes se despiden apresuradamente. Durante cuatro años han compartido todo cuanto pueden compartir los amantes, en jirones de tiempo robado y cuidadosamente escondido de los ojos del mundo. Una y otra vez, el momento de la separación es justo como lo describe Shakespeare: una pequeña muerte. Después de tanto tiempo, las mentiras ya pesan demasiado, el amor que no puede vivir pero que nunca muere ya no cabe en los escondites usuales y los hijos…. siempre los hijos. La situación es insostenible, deben tomar una decisión crucial.

Luego de una semana de trabajo intenso para dar a luz su primer blog, habiendo leído, tragado y digerido al menos en parte cientos de páginas web sobre el particular, un blogger llega al punto en que debe decidir cuáles elementos incluirá fimalmente en su barra de navegación y cuáles dejará fuera. Es necesario que tome una decisión crucial.

¿Podrían tener algún principio en común decisiones de órdenes de magnitud tan disímiles como la que debe tomar el blogger, la que deben tomar los amantes y la que se requiere del presidente de la comisión energética de un país?

¿Cómo determinar lo correcto, lo más conveniente o, incluso, lo menos malo en un momento dado, sea para una persona, una familia, un grupo, un país o la especie humana?

Esta clase de preguntas ha mantenido ocupados a los filósofos durante siglos. Finalmente, el principio básico para la solución fue planteado hace algunas décadas por el más grande de los filósofos. Y es tan verdadero como simple (como debe ser). El principio es:

NO ESCUCHES, MIRA.

Ante la duda entre lo que es y lo que no es, entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo funcional y lo infuncional, entre lo verdadero y lo falso, lo útil y lo inútil, lo importante y lo superfluo y un largo, muy largo etcétera, el camino para encontrar una respuesta funcional comienza siempre con: No escuches, mira.

Este es, a mi modo de ver, un principio absolutamente revolucionario. Es todo lo contrario de lo que acostumbramos a hacer: escuchar a las autoridades en la materia correspondiente y concluír «Bueno, si fulano lo dice, debe ser cierto, ya que es un experto en la materia». O, peor aún: «todo el mundo sabe que…» Exactamente la clase de «pensamiento» que llevó a la humanidad por siglos a considerar que la Tierra era un inmenso plato que descansaba sobre cuatro elefantes. O tortugas. O el animal mítico que fuere. Contrariamente a lo que cree la mayoría de la gente «informada», esta clase de pensamiento no ha desaparecido por el hecho de encontrarnos en la era de la tecnología. Lo cierto es que se puede encontrar con gran facilidad entre quienes asesoran a los gobernantes del mundo, en las palabras del sermón dominical, o en las de un artículo sobre relaciones amorosas de una revista femenina.

Los Sumos Sacerdotes ya no usan máscaras aterradoras, báculos, taparrabos, ni túnicas. Ahora visten batas blancas y anteojos de marco negro (como los que aparecen en los comerciales de pastas dentales). O trajes de última, handfrees permanentemente conectados y laptops Dell colgando del hombro. O, incluso, jeans y sandalias, pelo largo y un bolsón de cuero sustituyendo al laptop. Los hay para todos los gustos.

Estos modernos Sumos Sacerdotes predican verdades incuestionables, rigurosamente respaldadas por un estudio científico de una clase u otra. Ya no se llaman dogmas de fe, no se llaman tabú. Se llaman «lo políticamente correcto» o «verdad científica».

Ellos te dirán que el único sistema político válido es la democracia, aunque nunca haya llegado a existir tal cosa desde los tiempos de la Antigua Grecia. Te dirán que la felicidad no existe realmente, aunque no sean siquiera capaces de definirla. Te dirán que quien más produce debe pagar más impuestos, a pesar de que la brecha entre pobres y ricos siga en franco aumento en el mundo. Te dirán que toda verdad es relativa, así que ¡por Dios! no seas tan ingenuo como para perder el tiempo buscándola. Te dirán que el amor es fruto de reacciones químicas y el pensamiento resultado de interacciones eléctricas, aunque jamás hayan logrado producir amor ni pensamiento en un laboratorio. Te dirán que el petróleo no es renovable como recurso natural, te dirán que no hay respuestas ciertas, te dirán que no hay remedio, que no puedes crear nada nuevo, sólo reproducir lo que ya ha sido creado. Te dirán que un blog sin AdSense y sin SEO no es realmente un blog, que tus enlaces entrantes son mucho más importantes que el hecho de responder a tus lectores. Te dirán que….

Cerrar los oídos y abrir los ojos no siempre es fácil. Pero basta con hacerlo las primeras veces para aprender cómo y de ahí en adelante se va volviendo cada vez más fácil y natural. Mirar las cosas, observar por ti mismo cómo son y cómo funcionan (o no funcionan) en vez de escuchar (o leer) lo que opina alguien sobre cómo son no te «dará» las respuestas, pero hará que puedas verlas frente a tus propias narices.

Si simplemente miras, podrás ver. Y ver te obligará a confiar, cada vez un poco más, en tus propias observaciones. Y así, tarde o temprano, podrás crear tus propias respuestas.

Simplemente mira: ¿alguna vez encontraste una respuesta que fuera completamente tuya? ¿cómo te sentiste? ¿cambió algo en tu vida a partir de entonces? ¿de qué te serviría, entonces, crear tus propias respuestas? ¿por qué esto podría ser mejor que operar en base a respuestas de otros? Sólo mira….

Las palabras

Hace unos días estuve buscando información en Internet sobre las herramientas básicas de un blogger. No podía dar crédito a mis ojos ante lo que encontré. ¡No sólo desconocía el 90% de lo que se entiende por «herramientas», sino que por ningún lado aparecía lo que yo consideraba que eran nuestras herramientas principales!

Siempre he pensado que tales herramientas son las palabras. Acabo de enterarme de que esta es una idea muy, pero muy extravagante. Las «herramientas que cualquier blogger debe conocer» son una lista interminable de artilugios para medir el tráfico y «aumentarlo»; una serie de juguetitos que instalas en tu barra de navegación para congestionar tu blog hasta lo indecible; unas cuantas opciones de colocación de anuncios y publicidad… cosas como ésas. Jamás lo habría imaginado.

Así que decidí que más me valía cambiar la orientación de mi artículo y no llamarle «herramientas» a algo como las palabras.

La materia prima para cualquier blogger

Las palabras son tu materia prima. A través de tus palabras transmites (o no) lo que quieres comunicar y a través de las palabras de tus lectores (o la falta de ellas) puedes tener una idea de la suerte que corrieron las tuyas.

Y como en cualquier arte u oficio, existen ciertas reglas y técnicas para usar, combinar y recombinar nuestra materia prima, a fin de crear un efecto que se asemeje lo más posible al que esperamos.

Cuando comencé en estos afanes, no dejaba de horrorizarme el mal uso de las palabras en las redes sociales. Se le llamaba, incluso, «nuevas lenguas» a engendros idiomáticos que no eran otra cosa que el resultado de la más absoluta incapacidad de comunicarse por escrito, debido a una profunda ignorancia de las reglas de gramática y ortografía de nivel de primaria. Luego, creo que me acostumbré o quizá dejé de prestarle una atención que el tema, definitivamente, no merecía.

El caso es que hay tres elementos clave que un blogger profesional (o aspirante) realmente debe saber y manejar al dedillo respecto a su materia prima, a fin de que su blog sea un aporte a la blogósfera y no un agente tóxico, corrosivo o contaminante.

LUEGO DE manejar estos elementos con soltura y, por qué no, hasta con cierto estilo, es que podría tener algún sentido preocuparte por cosas como el tráfico, los anuncios o los juguetes para tu barra de navegación.

Tres cosas que necesitas saber al derecho y al revés

  • Significados y definiciones. Las palabras representan ideas y conceptos. Si desconoces o malentiendes la idea que una palabra representa, nunca podrás usar esa palabra adecuadamente, no podrás comunicar con ella ni comprender la oración o párrafo donde ésta aparezca. Si desconoces o malentiendes el significado de un gran número de palabras en un tema, el tema en su conjunto se volverá incomprensible para ti y no podrás HACER nada con él ni en él.Más aún, tu nivel de inteligencia es inversamente proporcional al número de palabras cuyo significado desconoces o malentiendes. De lo que se desprende, afortunadamente, que el sólo hecho de aclarar correctamente el significado de estas palabras, te hará más inteligente y más capaz como blogger. Podrás hacer más cosas y las harás cada vez mejor.
  • Ortografía. Las palabras se escriben de determinada forma, a fin de significar lo que significan. «A ver si» significa que estamos a la expectativa de algo, «Haber si» aunque suene igual, no significa nada, excepto que tienes un malentendido con la palabra «haber» y la expresión «a ver».
  • Gramática. Las palabras se usan y se combinan de una manera determinada para que el conjunto resulte comprensible e, idealmente, agradable. Esa es toda la función de la gramática. A pesar de ello, es uno de los temas más odiados dentro de la materia de Español. Y no es para menos, los profesores hacen esfuerzos sobrehumanos para que resulte el tema más incomprensible e inútil del mundo. Al principio, yo pensaba que era «de maldad». Luego de haber estado capacitando a más de 2,200 maestros durante un año, a través de talleres sobre la Tecnología Hubbard de Estudio, comprendí que era por sus propias carencias e incomprensión sobre el tema.Lo cierto es que la gramática es algo muy sencillo. Es como las recetas de cocina. Cuando estás aprendiendo a cocinar, las sigues al pie de la letra. Cuando eres un experto, ya no las necesitas: has creado tu propio estilo, pero ya fruto del conocimiento y la práctica, no de la ignorancia.

Cómo lo haces

Con respecto a los significados y definiciones, si tienes dudas, consulta siempre un diccionario adecuado a tu nivel y al tema sobre el que lees o escribes. En Internet hay cientos de ellos. Si NUNCA tienes dudas, el problema puede ser grave. Necesitas leer (libros) al menos dos horas diarias durante un año o dos. De los tres elementos recién mencionados, éste es el más importante. Lo más pronto posible escribiré una entrada para darte más detalles sobre cómo aclaras correctamente y comprendes el significado de una palabra.

En cuanto a la ortografía, el manejo es muy parecido al de las definiciones: si tienes la más mínima duda, consulta siempre el diccionario. Si NUNCA tienes dudas, ya sabes…. ¡a leer se ha dicho!

Finalmente, acerca de la gramática, posiblemente no me creas, pero lo mejor que puedes hacer es buscar un libro de texto de 3ro o 4to de primaria y comenzar desde allí hasta secundaria, buscando y aclarando cada término del que no puedes dar una definición con soltura. ¡Y te vas a sorprender! En Internet también aparece material útil sobre este tema. Sólo asegúrate de que se dirige a niños. Los otros, son incomprensibles para cualquier ser humano que no tenga un postgrado en lingüística.

Espero que esta entrada pueda serte útil, a pesar de haber empleado 968 palabras para escribirla.

El privilegio del discernimiento


Durante un chat de 3 horas con un amigo del alma, recordé una idea de esas que dan vueltas, que vienen cuando no puedes escribirlas y se escapan cuando las llamas. Esta vez la he atrapado por un ala y no la dejaré ir.

Y es que el discernimiento, esa capacidad por definición inherente a la condición humana, pareciera ser más un privilegio que la regla entre nuestra especie. No todas las personas poseen esta capacidad por descontado. O, al menos, no la tienen justo al alcance de la mano. Para muchas, representa un gran esfuerzo. Para algunas, es simplemente inalcanzable en sus circunstancias actuales. En otras palabras, por horrible que parezca, hay personas incapaces de diferenciar entre una verdad y una falsedad.

Existen los datos. Un dato es cualquier pedazo de información.

«Hoy hace calor».
«Mi nombre es Carlos».
«La fórmula del agua es H2O».
«Te quiero».
«Los ingredientes de mi receta para el pesto son….».
«El mejor actor del mundo es Al Pacino».
«La velocidad de la luz es 299,792,458 metros por segundo».
«Bill Gates está regalando su fortuna a quienes reenvíen este correo».
«El presidente de la República declaró que….»
«A quien madruga, Dios lo ayuda».
«La vida es una sola».

De diverso grado de importancia y utilidad, de diferente veracidad, todos los anteriores son datos.

Entre los datos, existen las observaciones (más o menos precisas), existen los hechos y existen las opiniones o puntos de vista. Por otra parte, también existen datos verdaderos, datos falsos y datos de veracidad relativa. Sin ánimo de escribir un tratado sobre la verdad ni un método para determinarla, estas cosas ya han sido suficientemente investigadas y determinadas, sí me interesa establecer algunos puntos relativos al discernimiento en lo que respecta a un oficio como el nuestro.

A estas alturas, pienso (es una opinión) que Internet ya contiene al menos una aproximación a cualquier respuesta que alguien podría soñar. Dudo que exista algún tema o información de interés general que no se halle mínimamente cubierto en la red.

Pienso también que la mayoría de la gente lo sabe o lo intuye de algún modo y es ahí donde comienza el problema. Internet se ha convertido en LA fuente de información y referencia para una proporción considerable de la Humanidad. Y precisamente por lo fuera de forma que anda nuestra habilidad para discernir, tendemos simplemente a absorber, propagar y reproducir datos, indiscriminadamente, considerando quizá que si está en Internet, debe ser verdad o, peor, sin ninguna consideración en absoluto.

Internet es un inconmensurable océano de datos. Sin embargo, no todos son datos verdaderos, no todos son útiles, no todos tienen la misma importancia relativa.

Si un blogger (o cualquier ser humano) aspira a saber algo, a obtener un mínimo conocimiento sobre algo basado en cualquier información disponible, necesita pasar esta información por el filtro de su discernimiento antes de que pueda tener alguna utilidad o valor para sí mismo o para sus lectores. Debe ser capaz de determinar, para comenzar, si se trata de un dato falso, verdadero, o de verdad relativa o incierta. Debe poder darse cuenta si está ante un hecho o ante una opinión, por más autorizada que ésta pueda ser.

Cuando esto no ocurre, cuando nuestro «escáner de veracidad y aplicabilidad» no enciende de modo automático, estamos ante una máquina fotocopiadora, no ante un blogger. Por lo que he podido observar, Internet, como la vida, está plagado de fotocopiadoras.

En el chat que dio origen a esta entrada, mi sabio amigo del alma escribió un párrafo de esos que merecen ser labrados en mármol, para la posteridad, por ser un hecho y una gran verdad. Por ser no sólo un dato útil, sino un dato vital y por estar, además, hermosamente expresado:

Nos necesitamos a nosotros mismos para estar seguros de algo. De nada sirve que nos lo cuenten si no lo pasamos por nuestro interior. Esa es la única prueba que nos sirve. En ese sentido todo el conocimiento lo llevamos dentro. Somos parte necesaria para que exista el conocimiento.

Yo voy un poquito más allá: Somos parte imprescindible del conocimiento y con este mismo método podemos originarlo. Podemos ser y somos fuente de sabiduría.

Esto puede resultar, como toda maravilla auténtica, un tanto aterrador para corazones débiles. Muy en el fondo, todos sabemos que el conocimiento implica cierta cuota de responsabilidad. Visto desde mis ojos, es el privilegio de toda una aventura épica que vale infinitamente la pena vivir cotidianamente.